
El esquí de fondo, también conocido como cross-country, es una modalidad de esquí que se practica en terrenos llanos o ligeramente inclinados. A diferencia del esquí alpino, que se centra en descender por pistas de montaña, el esquí de fondo implica recorrer distancias largas en terrenos variados, utilizando principalmente el impulso generado por el propio esquiador.
Los esquiadores de fondo emplean esquís más largos y delgados, fijaciones que permiten el movimiento del talón y bastones para impulsarse. Esta disciplina se practica en diversos entornos, desde pistas trazadas en bosques o parques hasta recorridos en terrenos naturales cubiertos de nieve.
El esquí de fondo es una actividad física completa que involucra tanto la parte superior como la inferior del cuerpo, desarrollando resistencia, fuerza y coordinación. Además, es una excelente manera de disfrutar del aire libre y explorar paisajes invernales mientras se realiza un ejercicio cardiovascular intenso. Esta disciplina es popular tanto para la competición como para el ocio y el turismo de invierno.